Gira y da vueltas, y rueda girando.
Leyendo algunas entradas de blog amigos, los no tanto e incluso el mío, logro rescatar que la vida es cíclica, en más de una manera.
Es cíclica porque podemos ver que a veces sucesos se repiten una y otra vez: el como uno encuentra algún tesoro o como a veces nos dejan de ver como uno.
Pero también es cíclica porque uno siempre vuelve al pasado, ya sea para encontrar respuestas o simplemente para abrigarse con la tibieza y la protección de saberse el final de la historia. A veces pienso que por eso volvemos al pasado. Es como cuando uno ve una película porno, la ve sólo por el hecho de que sabe que va a pasar.
Pero a veces es el pasado el que nos alcanza, premeditadamente o gracias a la voluntad de los cuantos. Y te sorprende en la calle, o mientras miras una vitrina, al sentarte en la micro y lo vez ahí, ocupando el asiento de la ventana.
Y te quedas para dentro, por no muy a menudo el pasado te encuentra (o lo encuentras) y no estás preparado (ya que uno nunca lo está) y como el encuentro es casual, nunca hay tiempo, nunca hay suficiente tiempo para poder sentirte cómodo con tan inusual visita.
Si, me encontré al pasado, por eso escribo este post, porque no sé si fue bueno o malo, beneficioso o ¿qué?... como siempre, tenía mis expectativas, esperaba ciertas cosas de mi o de este pasado (que es muy diferente a otros pasados), pero no hubo tiempo… como que ni siquiera me di cuenta, y ahora que lo hago…. ¡Imagínate ahora todo lo que sucede!
Ahora…
Cuando todo ya ha pasado.
1 comentario:
el pasado permite el actual presente
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