Hoy soy un chileno avergonzado.

Me considero un tipo bastante reposado. Creo haber logrado un control sobre las pasiones que pueden nublar a veces el pensamiento.

soy el tipo de concenso si lo quieren.

Una polola decía que esa parti mía era la que más le agradaba y lo que más odiaba, al mismo tiempo.

Pero no puedo encontrar el equilibrio y evocar el control que me caracteriza al ver como compatriotas se comportan de una forma tan animalesca, ignorante e intolerante.

A este momento me ha gustado ver el como se han reunido la gente para dar sus cariños al Presidente Allende en el monumento erigido a su nombre y debo decir que quedé muy satisfecho con el discurso del comandante en jefe del ejercito sobre Pinochet, pero son estas estupideces que me dan rabia, vergüenza, el ver como la ignorancia es un mal generalizado en mi país.

Que apenado me siento. Y a través de mis amigos españoles les digo, adhiriendome al sentir de Huasonic, que no todos los chilenos somos así.