martes, diciembre 19, 2006

El mundo de las revistas

El mundo editorial (Libros, revistas, novelas gráficas) me han fascinado desde muy pequeño, desde que tuve en mis manos una edición de una historieta que presentaba a Batman visitando Metrópolis, la ciudad de Superman, por un caso.

Es que hay algo en el papel que me intriga, y esos simples signos que nos codifican ideas y nos presentan historias son cadenas que te atan desde los ojos, estimulando la mente.

El chascón Villegas, en una charla que dio en el Duoc de Valparaíso por el día de la lectura nos contaba su impresión sobre los libros y del acto del leer: que es un placer que no acaba y es un placer fecundo, que engendra mucho más placer, no como irse a la cama con alguien y al segundo de terminado el acto uno quiere que se desaparezca, la lectura es un placer que nunca deja de dar placer y que planta la semilla de la curiosidad de más placer.

Dentro de este pequeño mundo (para mi, una nueva ventana con la cual me escapo del actual lugar) las revistas siempre han sido un elemento de culto para quien les escribe. Debe ser que no tuve la oportunidad de tener el acceso a algunas de ellas, si que el momento de sentir la textura pálida couché en mis manos siempre era un momento en que todo se detenía.

Creo que siempre eso fue lo único bueno de ir al doctor, dentista o psicólogo: la sala de espera. Es que nunca llegarás a una consulta y no pasar por la sala de espera: en ese lugar tan poco íntimo, extraño, donde todo se habla despacito y nadie se mira a los ojos, yo alucinaba con la Cosas, Caras y Vivienda & decoración, entre otras.

El desempleo y la flojera no me permite darme ciertos placeres, si que he acudido, al menos en este contexto, a la vieja táctica de: lugar que visito, revista que leo (o por último hojeo). Y como ya no voy tanto al doctor, me refugio en la casa de mi abuela para leer la Cosas (o caras, nunca me acuerdo bien). Y mientras mis primos chicos van dejando el desastre tras su huracán, yo estoy protegido en la lectura… eso es increíble, el perderse en las letras, no hay sensación que se le parezca.

O, en otro frente, mi hermana es cliente habitual y cumplidora de grandes multitiendas, le llegaba una pequeña revista (que tenía un blog para apoyar la publicación). Cada edición tomaba un tema y hablaba de todo lo relacionado con él. Un número se trató del corazón y se hablaron de las enfermedades, de como cuidarlo, de las penas de amor, de su connotación de icono, etc. Pero no sé que pasó que ya no llegó más. Tpropongo.cl era su sitio, pero ahora redirecciona a otro lado no poco interesante en verdad.

Ahora llegó con la cuenta del celular una edición de la revista Mira, (de Publicaciones Lo castillo, igual que la revista anterior.) que trae de interesante un artículo del Billar y del Pool, graffitis y Stencil alrededor del mundo, La cocina coreana, entrevista a Francisca Solar (que ella merece un post dedicado) y algunas cosas geek. No es la mejor revista que he leído, pero es una muy buena revista, buena gráfica y artículos interesantes.

Mientras no tenga plata seguiré leyendo estas revistas más la revista del cable, que no deja de ser muy buena (con la columna de Bauer). Tal vez por lo mismo me gusta tanto leer Zancada.com e InconcienteColectivo.cl, por su carácter de magazine…

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