jueves, julio 14, 2005

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El conductor del XXI y su imagen en otros.

En mi familia, por parte de mi madre hay 2 conductores de micro: Mi abuelo y mi tío Queno el cual ahora maneja troles acá en Valparaíso. Nunca faltó la vez que fui de parrillero con mi abuelo, un tipo totalmente educado, que entendía que proveía un servicio a sus clientes, los cuidaba, no dejaba que se subieran borrachos para que no molestaran a la gente, etc. Ayer me subí a la 124 (Sta. Julia, Lider, Viña del Mar, Agua Santa, Nva. Aurora, Placeres y Esperanza) cuando tomaba la ruta de regreso a la garita. Una liebre livianita y corredora, casi vacía: sólo el conductor, el parrillero, yo y un niño al lado del conductor. No puedo decir otra cosa que el conductor simplemente era de esos criminales al volante, tratando de robarles los pasajeros al compañero de trabajo que venía tras de él, tratando de alcanzar a la micro que lo precedía. Apagando las luces para poder salirse del recorrido, esquivando tacos que le harían perder petroleo en vano, subiendo, bajando, sacando la máquina, tirándosela encima a conductores y peatones; peleando con el escolar (Privado o Estatal) y con la abuelita que pagó local pero a la cual le cobró directo. Maldiciendo al que se interponía en su camino y burlándose de aquél que terminaba atrapado entre su imprudente ruta y algún vehículo estacionado sin parte ni culpa. Estaba en presencia del cunductor del siglo XXI, ni tan joven, ni tan viejo; Ni tan legal ni tan criminal. La parte que más me rompía el corazón era que el niño que estaba sentado a su lado, después de cada imprudente e irresponsable acrobacia, le dirigía una mirada de profunda admiración... que pena.

1 comentario:

El Hincha dijo...

Que buen texto, especialmente por algunos recuerdos que me trajo. Mi papá tiene micros y empezó como chofer... yo lo acompañaba y salíamos del paradero en La Florida temprano, los domingo, como a las 6 de la mañana. Recorríamos el centro y después la población Dávila. Siempre pensé que yo fui uno de los primeros cobradores humanos... del colegio me venía a la casa en micros de mi papá porque conocía a los choferes. Mis amigos subían gratis. Es una lástima que por unos tantos que no tienen educación se ensucie una pega que significa tanto para mucha gente que ve con el Transantiago el fin de lo que hicieron durante toda su vida.
Saludos!

pd: la foto está buenísima!

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