miércoles, diciembre 15, 2004

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JDA el amigo ingrato...

:: Me he sentido muchas veces que no he vivido mucho para tener mi edad. Como que me faltó por vivir... Escucho las historias de mi viejo, de sus aventuras y quedo para adentro, tiene historias suficientes para escribir un libro... claro, y yo sólo puedo contar de mis andansas bloggeras, cybernéticas y de estudio. :: Claro que hubo un tiempo en el cual aún no tenía internet y salía más seguido a la calle, ja!, sé que suena extraño, pero es verdad. Igual me quedo en casa más por mis obligaciones que por adicción creo, pero hubo un tiempo en que todo era estar afuera. Y me di cuenta en que tengo sus historias guardadas en mis bolsillos o debajo de mi cama. Recordé a muuuchos buenos amigos que he dejado de visitar o frecuentar. Todo comenzó por los estudios, pero bueno, fueron compañeros de carrete, de música y de la vida. :: Lo malo es que en algún momento de mi vida, dejé de verlos o contactarme con ellos. Siempre tengo ganas de volver llamarlos, pero mi pajera existencia me reclama un descanso. Claro que lo primero fue el Duoc y mi amada carrera, luego la distancia. Ojalá pudiera saber de ellos. Pero es difícil porque ya no poseo el mismo tiempo que tuve el año 2000 cuando estaba de sábatico y trataba de encontrarme a mi mismo (o perderem a mi mismo) en el mítico Don Nadie. O cuando iba en trecero o cuarto medio y charlaba con un amor imposible que se volvió mi mejor amiga. Hemos crecido y me he vuelto ingrato. Sin desmerecer a mis amigos actuales, creo que después del liceo nunca encontré a un hermano, aquél que siempre busqué. Dejé uno en la metamorfisis de estudiante con corbata a estudiante con melena pero eso es todo lo que tengo que decir al respecto. :: Si que este es una nota mental de todas las personas que pudieron ser mis hermanos y que en cierta medida lo fueron y lo siguen siendo, pero en recuerdos. Les pido disculpas si la diferencia ha radicado en un llamado telefónico que no he hecho. O un mail que no respondí o simplemente el hecho de estar ahí, lejos. :: Ojalá me estuvieran leyendo. Ojalá que "EL HOMERO" se encontrara con esta página y se diera la pája de leerla, o que la Alita me encuentre en la calle y nos tomemos un café juntos; o que un Pancho me dijiera que el Cato lo espera en algún bar y encontrarnos los tres hablando de lo que más y menos sabemos: de música y de minas; o que el Favián me contara su nuevo plan para conquistar el mundo mientras toca en su "Penny Lane" su último himno, o que la Carlita me pillará en algún pub y conversemos de nuestras vidas como siempre lo hacemos y desahogar mi corazón entre canciones y cerveza con el Carlos que de por cierto es el que más hecho de menos... :: Ojalá hayara la forma de encontrarmelos de nuevo, ojalá que la abulia sea menos que mis ganas de encontrarme con alguno de uds. Puedo comenzar ahora mismo, no sé... a ver, el teléfono era 218...

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