Cuando sólo escucho tu débil respirar
y tu boca se quiebra sin querer hablar.
Cuando mis preguntas no te alcanzan a latir,
y me respondes lejos en un eco de marfil.
Así
sé que no logré alcanzar
que mis manos no supe abrir.
Así
tu cuerpo no me hablará
ni siquiera en un abrazo.
Y tu corazón se esconde en tu piel
la boca se me seca sin saber que hacer.
El miedo me golpea el hombro en suavidad
y el viento me congela mi libertad.
Así
sé que no logré alcanzar
que mis manos no supe abrir.
Así
tu cuerpo no me hablará
ni siquiera en un abrazo.
Y no encuentro para llegar
pasos en la oscuridad
el frío se cuela en mi aliento.
Y busco sin encontrar
tu alma para estrechar
perdona si no escuché al momento.
No sé como ponerme lentamente de pie
cuando necesitas donde decender.
Me miras para ayudarme talvez
en ese instante sólo quiero desaparecer.
Así
sé que no logré alcanzar
que mis manos no supe abrir.
Así
tu cuerpo no me hablará
ni siquiera en un abrazo.
Y me acercó sólo con fe
con el gran terror de saber
que puedo fracasar en mi intento.
Para mi hermosa mujer en los momentos a los que no llego a tiempo.
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