Judas: Comienzo y Final

Advertencia: TEXTO GROSERAMENTE EXTENSO.

La banda Judas la comenzamos hace mucho tiempo atrás con Pokaluz (Carlos Peñailillo) compañero música y colega del diseño gráfico. El pokaluz escuchó algo en mi música que lo llevó a unirse a esta cruzada, a pesar de que el vive en una corriente musical muy diferente a la que cultivo con mis composiciones. Más Roquero, más ligado al metal neoclásico (en verdad no sé como llamarle) pero él escucha más de Deep Purple y Dream Theater. Pero no sé que pasó pero me ofreció que hiciéramos un grupo para darle vida a las composiciones que tenía.

Gracias a la obra Jesucristo Superestrella bautizamos a la banda como Judas, pues siempre era un debate nuestro el protagonismo de este personaje en la pasión de cristo. Nombre con el cual me identifiqué mucho, aún más cuando logré averiguar más de este personaje y aprender que era el único extranjero de entre los apóstoles. Un extranjero en su círculo, situación que me llegó de muy de cerca, ya que siempre he creído no ser de donde parezco ser. (La frase, “Yo le voy al Necaxa” se le aplica muy bien al Judas Iscariote y a mí).

Junto con Adrián Araneda (Requinto) y Fabián Verdejo completamos el cuarteto que en un principio fue Judas. Lo pasamos bien, nos reíamos arto y todo. Todo bien en lo humano, pero el lo musical yo no sentía que era el ensamble correcto.

Pokaluz se sintió parecido y decidió alejarse de la banda ya que se sintió que no era un gran aporte a la banda, más que nada por la raíces musicales que el tenía y su creatividad era de otro plano. Era otro Judas dentro de Judas. Yo lo seguí, disolviendo el grupo, pero me quedé con el nombre, que a estas alturas de la historia, ya había hecho mío.

Con la venía de los demás, seguí siendo Judas, pero con miedo de ser solo. Había soñado tanto tiempo con tener una banda que se suponía que era eso lo que debía buscar.

Conocí a Diego y a Peter en unas raras circunstancias: A través de Favian (The Great), otro músico con el cual formamos otra banda, pero eso es cuento aparte.

Lo mismo: yo pop, ellos progresivos, no entendí nunca su lenguaje musical y creo que ellos tampoco el mío…

De nuevo me llevé la banda conmigo, esta banda de un solo hombre.

Empecinado en formar la banda, siguiendo los modelos de mis ídolos (o soñando poder hacerlo) busqué en las manos de mi hermano, mi mejor amigo la colaboración que necesitaba… Carlos (el Kine) se me unió en el camino. Y a través de un compañero de mi carrera nos contactamos con otra diseñadora: Evyta. El power trío tenía vida nuevamente.

Ensayo tras ensayo cada vez me sentía un nuevo Judas: un extranjero dentro de su círculo. A pesar que estas personas son un siete, con o sin Judas, el problema nunca ha sido el aspecto humano (y bueno, después de la experiencia, creo que lo musical tampoco lo era) es sólo que me di cuenta que lo que “se suponía” que quería, no era tan así.

Hace poco me pasó esto mismo, pero en otro plano y eso fue un gran dolor que a veces se reciente una vez más.

Pero esta vez es diferente. Se termina Judas, lo desarmo. Soy responsable de su muerte, porque esta vez no es una metamorfosis como las otras, esta vez es una muerte y no me puedo lavar mis manos, no puedo evadir la respondabilidad.

Sé que pude haber hecho las cosas diferente (pude haber hecho algo mejor, decir algo más adecuado, ser más honesto o mentir más… no sé) pero siempre estará la posibilidad de haber hecho algo más adecuado de lo que se hizo.

A mis compañeros, desde Evyta y Carlos, hasta los que me ayudaron a escribir la historia de Judas les estoy muy agradecido y sé que serán exitosos en las diferentes empresas que emprendan o se embarquen. Pero yo llego hasta acá.

Me abruma un poco (y puede ser un rasgo de inmadurez mía) el crudo alcance que tienen nuestras acciones sobre los demás, pero es algo que tendré que madurar con el ir del camino.

Aún no lo tengo todo resuelto... hay tanto que resolver ahora...

Por ahora… me dedicaré mi tiempo y energía a mi carrera, al escaso trabajo y el resolver si soy lo suficientemente valiente para subirme de neuvo al caballo una vez que me he lanzado de uno en pleno galope.

Por vuestra atención gracias… Muy buenas noches.