Como en casa
Así no más po’.
Como que todo era natural, como que la cuestión iba siendo así desde hace años. Como andar en bicicleta o hacer el amor. Como que las caras ya no eran las caras que yo sabía que eran y se volvían imágenes de gente desconocida a la cual nunca había visto, pero a las cuales les hablaba con la confianza robusta de amigos de básica.
Y si, es verdad, a veces logré sentirme solo, que sólo era yo. Pero en el mismo momento en que lograba sentirme solo reconocía la verdadera verdad. Es que los tres nos volvimos uno. Entre tanto sudor y adrenalina, entre las manos frías cuando comenzamos, entre las sonrisas cómplices entre una y otra maniobra sentí que no era yo el que estaba solo, si no que era simplemente uno con ellos.
Y así sentí que somos una banda, una de esas que son buenas, pero que aún no nos damos cuenta. Una de esas que vive para aprender y mejorar.
El local se me hizo pequeño y como en ninguna otra tocata me sentí tan en mi elemento, tan en mi onda. Conversando con mis compañeros, con mis Judeanos sólo con nuestros instrumentos…
Que buena, que buena cuando las caras algo aburridas de una parte del publico comenzaba a golpetear las mesas siguiendo casi clandestinamente el ritmo de alguna canción que no conocían… Que buena cuando esa mirada abúlica se transformó con las sílabas de una canción de Judas y que casi se convirtieron en un grito ensordecedor cuando el coro se dejó explotar.
Que gente cante tus canciones es algo, pero gente que no es del contexto comience a tararear… simplemente wow!
Pronto más… mientras tanto mira acá.
1 comentario:
La raja!! que bueno k les fue muy bien... importante sentirse comodo con lo k se hace... oye bien piola el local... (no tube ahi pero vi las fotos :))... suerte en la proxima tocata.
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