:: No hay nada
peor que estar solo en una multitud, pero sucede más a menudo de lo que he pensado. En verdad no me importa mucho, porque a pesar de que Viña o Valparaíso son más bien pequeños, uno no podría dejar de sentirse
des-ubicado en el medio de un mall con gente corriendo para un lado y para el otro, donde el contacto visual es un gran pecado o la invasión del espacio personal algo que nunca sucede. No me extrañaría...
Lo que me extraña y conmueve es el hecho de que los
cercanos se sientan cada día más lejanos. Sentir sus respiraciones, sentir sus voces cuando hablan articuladamente con otras gentes pero aún tan lejos que si les gritases... ni siquiera el eco los alcanzaría...
Hoy mi viejo me mandó a hacer un trámite en la tarde, el cual hice sin ningún desagrado ni nada, pero
estuve toda la tarde
afuera haciendo cosas que al rato que volví a casa ya se me
había olvidado que me había mandado... si que al llegar el me pregunta
Hijo, ¿Cómo te fue? ; y yo muy
iluso le comienzo a contar sobre mi día,
lo bien que la pasé con unos
amigos, lo que hicimos, etc. El me
interrumpe a la mitad de la historia corrigiendo su pregunta:
No!, ¿Cómo te fue con el mandado? ; Sólo pude contestarle con la verdad... ¿Qué iba a hacer?... a esa
distancia nada más iba a escuchar...
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