miércoles, septiembre 08, 2004

[txt] ¿Quién tiene el tiempo? ::


:: ¡Me quedó el despelote! Llevo casi todo el año con una hora en el reloj, se la cambié y me quedó el despelote. Aunque aún recuerdo la sensación de alivio cuando lo atrasé casi 25 minutos. No había presión, ya no estab atrasado. :: Estaba en la casa de mi novia y debía irme, se estaba haciendo tarde y el viaje de Quilpué a mi casa se hace bastante largo con el cambio de micro y todo si que ya no me cabía una excusa: debía marcharme. Estabamos en aquellas despedidas típicas de pololo: que te vas pero nunca logras irte, cuando mi novia exclamó que tenía mi reloj demasiado adelantado que por esa razón siempre andaba corriendo y sintiéndome atrasado, mientras corroboraba esa afirmación viendo la hora en su reloj. Tal vez embriagado de su ternura, heché hacía afuera el tornillo del costado del reloj sin ninguna queja y moví las manecillas hacia atrás 25 minutos antes. Había viajado mágicamente en el tiempo. Y así como si nada, la ansiedad se marchó. Se fue el miedo de pillar la última 125 que me deja a la puerta de mi casa, ya no sentía miedo de que me fueran a asaltar o lo peor de todo es que se había ido el terrible dolor de pensar que tendría que llegar a oír otro sermón de mi madre. Me había dado una oportunidad más. :: Así fue como al otro día perdí la micro de las 15:30. Claro, en mi reloj había pasado a las 15:05, con la olgura que me había construído la noche anterior había atrasado toda mi vida. Me sentí indefenso, no sabía a quién creerle: la tele decía que eran las 15:15, el reloj en el comedor daba las 15:35 y el reloj de la cocina se había detenido a las 7:18. Estaba sólo, no sabía donde estaba. Pensaba para que tantos científicos debatieron o investigaron para dividir el año en una cierta cantidad de meses, los cuales están divididos en cierta cantidad de semanas y estas en una cierta cantidad de días, etc, etc, etc y no podemos ponernos de acuerdo en que hora es la que cuenta. Estaba perdido. :: Debía existir alguien que me dijera la hora exacta, la hora real del mundo y su equivalencia para la zona horaria en la que vivo. Busqué en internet, donde todo está y gracias al cielo encontré una página que tenía mi ansiada respuesta. Encontré una página donde me prometía un programa que se conectaba al servidor del National Institute of Standards and Technology (NIST) el cual vela por ciertos stándares en múltiples áreas, un tipo de certificación ISO y compara la hora del reloj de tu computador conla del reloj atómico el cual puede ajustarte la hora cada vez que lo desees. [Haz click acá por si quieres bajar el programa.] :: Así, con la hora exacta en mi muñeca y en mi computador, me sentí más tranquilo, casi extaciado, caminando acorde al tic tac del átomo.

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