jueves, julio 02, 2009

Abriendo las (ramas) alas

Despedida

Y así fue como, después de dos meses me quedé sin pega y así fue también como twitter vino a mi rescate. Sin esperarlo, contactos que concreté en esta red social me sorprendieron. Así como siempre he pensado (pero que no siempre llevo a la práctica) cuando no esperas nada es cuando florecen las más lindas sorpresas. (por lo mismo es que me da tanta lata leer a los teóricos de twiter pregonar las mejores prácticas para tener más followers, para “gustarles” a un millar de personas diferentes de UNA sola forma, pero, ya llegaremos a eso).

Así fue como una Twittera me contactó con gente que buscaban a alguien con mi perfil profesional.

Antes de esto, debo aclarar, que ya me había acostumbrado a la idea de vivir bajo el techo de mis padres hasta cumplir la edad de jubilar: tenía muchas ganas de abrir mis alas (en mi caso, mis ramas) para aventurarme a la vida independiente, pero la comodidad y el confort del cariño de mama con el financiamiento de papá me aclaraban que muchas intenciones de emprender el vuelo no tenía.

Pero me encontré un día viernes de octubre viajando a Santiago a una entrevista de trabajo.

En una oficina emergente con un claro cuento de cómo hacer su parte en la comunicación digital se me presentó una nueva oportunidad. Salí de la entrevista con la promesa de que “en algún momento de la tarde me llamarían” para confirmarme si obtuve o no la pega. Para mi sorpresa, de esas mismas que vienen de la mano del no esperar nada, sólo pude dar 15 pasos fuera de la oficina para que mi futuro “patrón” me diera la buena nueva de que era parte del equipo de esta pequeña oficina que no se quedaba en capacidad y ganas.

iPhone

La frase: “Empiezas el lunes” me dijo que no podía evitarlo, debía dejar el nido para hacer mi camino solo, pero el llegar a Santiago tuvo muchas cosas, pero una de las pocas que no tenía era soledad. El primer día en la ciudad fue genial, de plano me encaleté en una mini junta twitter pizzera que me hizo sentir entre amigos y gente buena onda y redescubrir a otras en especial con la cual fuimos sembrando de a poco lo que… ya vendrá con su propio post en esta la vuelta a los estadios bloggeros. El siguiente dia, el primero de pega, no dejo de estar exento de sorpresa: caminando por la calle me encontré con más gente conocida lo que me hizo vaticinar lo bien que lo iba a pasar en la ciudad.

Y así fue como di el primer paso fuera de casa: con los ojos cerrados como quien quita un parche curita. SI bien aún no estoy volando con mis propias alas, estoy muy cerca de ir lográndolo de a poco.

1 comentario:

Yahuan dijo...

Tengo poco conocimiento de esto de Twitter, pero entre esto que cuentas y algo que estoy leyendo me parece que es algo muy útil.

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