martes, diciembre 08, 2009

No quiero olvidar... me

Detrás del humo del cigarro se me olvida que Santiago es Santiago y entristezco y saco otro cigarro, porque no quiero olvidar que Santiago es Santiago, no quiero dejar de saber que estoy en una montaña de concreto donde no se sube al norte y se baja al ocaso. No quiero olvidarme del ruido molesto y huraño de los buses que transportan promesas que aún no se cumplen… pero en verdad, eso no es culpa de Santiago.

No quiero jamás olvidarme de Santiago con sus personas atrasadas hasta para pasarlo bien y estresadas del descanso. No quiero olvidarme jamás de esta ciudad porque esta ciudad es única.

No me quiero acostumbrar.

Porque si me acostumbro, muero y seré un número más, un número estresado que llena la ciudad… y quiero ser más que un número, quiero ser una letra y no olvidarme que este cemento que estoy pisando es Santiago de Chile con 36 grados de calor y muy pocas caras amigables en el camino. No quiero naturalizarme en esta ciudad y no darme cuenta que soy en esta ciudad, porque no sería justo para Valparaíso, porque si me naturalizo en Santiago , no importa en qué ciudad me encuentre y seré un número en el cerro, en las carreteras concesionadas, en playas blancas o en tejas de alerce cuidándote de la lluvia. No quiero acostumbrarme porque todos nos merecemos recordarnos quienes somos, de dónde venimos y cuál puede ser nuestro camino.

No quiero olvidarme porque me falta el mar y conocer mi camino, porque no sólo se es el que camina si no el camino que recorre.

Finalmente, no quiero olvidarme que Santiago yace detrás del humo del cigarro, porque si me olvido que Santiago es Santiago, me olvido que soy yo el que se olvida de la ciudad… y me estaré dejando atrás.

martes, octubre 27, 2009

El ascensor

Al levantarse, él se toma el pecho para ver si sigue ahí. Dice que sin su talismán se siente desnudo, que sin él, no se atrevería a salir a la calle. Cada vez que está nervioso o cada vez que está en paz se toca su talismán que cae de su cuello para, si está nervioso, encontrar algo de paz; y si ya está en paz, darle gracias.

El se levanta a las 7.50hrs, almuerza a las 13.30 y todos los sábados lava su ropa.

Ella, cuando le dan ganas, saca su disco favorito. Lo trata con sumo cuidado: es casi una ceremonia insertar el compact disc en el equipo. Una vez que pone play se pierde entre jerga argentina y versos españoles. Ella sólo cierra los ojos y sonríe feliz. Cuando está satisfecha, toma su disco y lo deja en la discoteca de su casa (que está ordenada alfabéticamente) donde permaneserá ahí días, semanas y hasta meses hasta que ella lo vuelva a sacar cuando tenga ganas.

Ella duerme cuando tiene sueño, almuerza cuando tiene hambre y lava la ropa cuando está sucia.

Ellos viven en el mismo edificio: Cuando ella baja del ascensor, él recién se va subiendo.

lunes, agosto 31, 2009

Vivir Juntos

Y me subí al asiento del copiloto dándome cuenta lo mucho que me gusta estar en las cabinas de los vehículos para ver la carretera y ver los caminos pasar, como van quedando atrás y tener claro el objetivo siempre lejano pero siempre al frente para saber donde llegar. Mientras el conductor me conversaba de su vida y sus tribulaciones como padre de tres yo sólo revisaba en mi mente que las cosas que teníamos en el Mitsubishi de ¾ habrían quedado bien afirmadas o no.

Pero uno no puede evitar ver el espejo retrovisor, es inevitable. Lo creo así porque uno, viendo hacia atrás, puede saber mejor donde hoy está parado y en que camino está marchando. Si, debo decir que me dio algo de pena ver esa pequeña casita blanca en la pradera, en la quebrá del pobre, rodeada de pasto verde saturado haciéndose pequeña mientras mi compañero aceleraba sin apuro. Pena porque, ahí jugamos muchos fines de semana con Prisca a ser una familia. En esa casita lloramos y reímos, como hemos hecho en todos lados donde la vida nos ha recibido.

Nunca me costó llegar a esa casa, siempre me fue fácil encontrarla al lado de la media luna, un viernes en la tarde, pero que difícil se hacía dejarla atrás los domingos a las 8.

Y esta vez no fue la excepción salvo que, cuando desapareció del espejo retrovisor la silueta blanca de cabellos verdes y entre las historias del chofer del ¾ me di cuenta que lo que pensé que eran juegos era simplemente la vida sucediendo mientras nosotros reíamos y llorábamos nuestras cercanías y sinceridades. En ese momento, sabiendo que nos encontraríamos en un lugar después de un rato de viajar separados, no importase donde encontrarnos supe que siempre hemos sido una familia y que hoy, luego de la mudanza y el cansancio, de las rabias y el estrés, despertar contigo y saber que al volver del mail, de la taza de café de la talla del colega, de la reunión de trabajo, llegar a un departamento donde estés tú y ver que me ves con el gusto de verme una vez más es lo más natural que he conocido en años, es estar en casa, es saber que hay un lugar, entre tanta locura y desenfreno, tanto egoísmo e individualización, existe un espacio en donde no estamos solos porque aquél lugar se ha construido con nuestras manos y nuestras ganas, un lugar que no tiene tiempo ni espacio, que no es una casa en la pradera ni un departamento pequeño y atiborrado, ni está al lado del mar ni en una loma colorada… mi lugar está en tu corazón y tu lugar está en el mío…

Y no por qué hoy vivamos juntos estamos más cerca…

Sentado de copiloto, llevando tus cosas al que será nuestro departamento vuelvo a entender que siempre has estado conmigo… desde mucho antes de saberlo.

lunes, agosto 03, 2009

del 2103 al dp512

Soy un hombre objetual, no por mi formación de programador, pero soy de esas personas que le pone vida a los objetos.

Tengo cosas favoritas desde mi guitarra hasta el más regalón de mis calzoncillos. Me gusta guardar elementos a los cuales les doy un significado que no tienen (como por ejemplo un boleto de mico a la Ligua o una entrada al cine). Todo objeto en mi vida tiene una historia y por eso mismo, se salvan de irse a la basura.

Aún le tengo cariño al edificio que me albergó por 10 años de mi infancia hasta la adolescencia: cada vez que paso por condell 1530 en el plan de Valparaíso no puedo dejar de contar la historia de mis años en ese departamento, que ahí fue donde aprendí a tocar guitarra, a fumar y descubrir lo mucho que me gusta ser el anfitrión de mis visitas.

Así es como hoy que dejo otro inmueble al cual le tengo mucho aprecio. Puede sonar a locura, pero me dio pena dejar el departamento que me refugió en mi venida a Santiago y prescenció toda la historia y evolución del amor que le tengo a prisca81.

Y es por eso que le tengo aprecio, por que en esas paredes donde mi mujer me vió de otra forma y yo me enamoré de ella.

Pero así como dejo a ese inmueble amigo comienzo una nueva amistad con otro: mi primer departamento que arriendo. Espero escribir historias entretenidas en este lugar así como lo he hecho en todos mi hogares…

Así que, adiós 2103… hola dp512

dp512

Daniel Ayala de la Jara

Semana 41

Dicen que la pelea no termina hasta que la campana avisa de la llegada del fin del último round. Que antes de eso no debes bajar la guardia y debes alejarte de las cuerdas. Que si estás herido debes cuidarte ese corte y que debes moverte, siempre moverte para cansar al adversario. Y así salir vivo de la pelea, porque nunca es un tema de ganar, es un tema de sobrevivir.

A su manera, mi padre siempre peleó hasta el último segundo. Siempre silencioso, nunca gritó sus dolores ni se quejó de sus heridas, con su ejemplo me enseñó que la procesión siempre va por dentro. Porque así enseñaba las cosas mi viejo, siendo el que era, porque esa era su forma de enseñar: no enseñando. Así aprendió él y así tuve que aprender sus lecciones desde que me dediqué a observarlo, hasta que entendí que él no me diría nada a menos que yo le pusiera atención, la atención que no lo invadiera y que lo dejara ser quien en verdad siempre fue.

Desde lejos y en silencio comprendí muchas cosas de mi viejo como su amor por su trabajo. Su lenguaje era a martillazos y aserrín, piedra y arena, de centímetros y lápiz grafito. Le encantaba eso, trabajar. Y era bueno en lo que hacía y cada empresa que emprendía, se entendía muy bien con todas esas cosas inertes a las cuales sabía sacarles vida de donde no tenía. Era muy fácil, o al menos eso hacía ver, hacer bailar a ese enjambre de clavos, madera y cola carpintera.

Pero llegó el momento en que la simple observación no bastaba y tuve que que comenzar a hacer preguntas. Ya había aprendido todo lo que necesitaba saber: cómo comportarme en la mesa, nunca atrasarme en mis deudas, siempre ser derecho y mentir solo cuando era necesario. Pero me di cuenta que poco sabía del maestro que me enseñaba y me enseñaba sin decir nada.

Incluso abrí un blog para estampar quien era mi viejo, para no olvidarme, para no perderlo de vista cuando lo necesitase. Hay tantas historias. Incluso algunas terminan donde comienza la siguiente. Era muy divertido ver que ese hombre callado y bueno para la pega fue, en su tiempo, un colérico, un peleador, un caballero de armadura brillante, un defensor de la justicia, un sancho panza y hasta el muchacho más celebrado en la población femenina.

Y es ahí cuando aprendí que todas las historias tienen un final y que, a veces quedan historias sin contar…

Mi viejo, Daniel Ariste Ayala de la Jara terminó su pelea y perdió por knockout técnico sin dejar ni un segundo de luchar contra su némesis: el Cáncer. Al sonar la campana del último round era el 10 de junio del 2009, era una tarde fría y se fue con la bulla del público aplaudiendo por la excelente pelea que dio en esta vida. Perdonó a Dios y fue hacia él.

Yo caminaba de vuelta al departamento cuando recibí el llamado. No me alcancé a despedir.

Y ahí fue cuando mi viejo me dio su última lección sin pronunciar palabra: siempre que quisiera encontrarlo, debo mirar lo mejor de mí para encontrarlo a él.

jueves, julio 30, 2009

Multiplica

Puesto de trabajo...

Y así fue como cambié de casa, de casa laboral. Recibí una oferta que no pude negar y me despedí triste de mis amigos y compañeros de Creátika para engrosar las huestes de Multiplica, la consultora española. Aunque algunos no le gustó la idea… hubo mucha gente que me apoyó y me deseó suerte en este nuevo viaje. A pesar que disfrutaba mucho estar de nuevo bajo la tutela de @serumax en creátika, me llevé todo lo que me enseñó (obviamente en una pizarra blanca) a esta nueva experiencia.

Este es mi nuevo trabajo hoy, disfrutándolo a cada minuto.

jueves, julio 23, 2009

el silencio: medida de distancia

Tengo serios problemas con el silencio, a pesar que aún afirmo que el gran problema de los bateristas es su falta de amor por el silencio (que es una gran parte de la música), el silencio es un espacio que siempre tiendo a llenar.

Cuando más pequeño, llenaba ese espacio vacío con historias reales, ficticias o, muchas veces, que empezaban con una verdad para volverse en una gran mentira. Pero me molestaba que estuviese ahí, siempre lo hizo. Para mí es como un teléfono que suena: porque un teléfono que suena pide y debe ser contestado, de ese modo, el silencio pide ser llenado, tarde o temprano.

Al crecer vi que el silencio no era tan malo. Ayuda a pensar y a concentrarse, ayuda a dormir o simplemente a sonreir. Pero en este caso, el silencio no existe del todo, puesto que, en la concentración uno está “escuchando su propia mente”, por lo cual, si bien no hay sonido (movimiento del aire) si hay un sonido no físico que ocurre en la mente. Cuando uno duerme… pues, está inconsciente, no importa si hay ruido mental o silencio ambiental.

El gran tema, tal vez uno de ellos, es que, en silencio medía la distancia que tenía con mi viejo, que en verdad era un gran espacio para llenar.

También está el silencio de la ausencia, que es la que me ocurre con algunos que hablan mucho, pero nada de lo que uno espera escuchar. Pero no puedo acusar el silencio por aquella ausencia, aunque es el silencio que más duele y que más se escucha…

En volá, el silencio me llevó a retomar este blog… que, a pesar que dice muchas cosas igual sigue muy callado.

jueves, julio 16, 2009

Menorquetres

Desde hoy...

La conocí por twitter. Su avatar me hizo una buena impresión, como lo habían hecho otros antes que ella. Pero su imagen de 48px X 48px se me iba grabando cada vez más gracias a sus tuiteos que vaticinaban lo interesante y entretenida que esta personita podía llegar a ser.

En la virtualidad, siempre las cosas tuvieron el mismo tono normal, eramos dos twitteros twitteando en twitter. Pero llegó el segundo acampado que organizaron los tuiteros de Santiago y yo, un humilde representante de Valparaíso, asistí llevado por la curiosidad de ver a las personas detrás de los avatares.

De inmediato la encontré interesantemente rica, disculpen la franqueza, y me sorprendió gratamente que no fuera nada de lo que me había imaginado. Su desplante y su liderazgo innato plantó en mi una semilla que nunca supe que iba a germinar.

Priscila fue como la gran revelación en esta junta tuitera.

Pero yo andaba en otros aires, en otros rollos, en otras latitudes. Pero fue hasta marzo, cuando logramos coincidir en Gtalk y de ahí comenzamos a construir una muy linda amistad, aunque nuestra primera conversación como que marcó nuestra relación para los tiempo venideros. A pesar de nuestra amistad, siempre teníamos tiempo para piropearnos y decirnos cosas y esa fue nuestra dinámica todo ese tiempo: mientras cada uno lloraba por otro, siempre nos galanteábamos mutuamente.

A pesar de aquello, siempre que nos veíamos, siempre tuve ganas de conversar con ella, pero nunca me atrevía, sólo atinaba a tirarle una talla o un piropo y me alejaba raudo sin saber que decir. La verdad es que me intimidaba un poco la lola, su independencia y su convicción en sus acciones me hacían sentir pequeño al lado de ella, más que mal, me tomó mucho tiempo dejar mi casa y partir por mis propios medios y siempre he sido más quedado en mis cosas. Ella, impetuosa y apasionada me parecía como una temeraria trapecista y yo sólo era un temeroso y asombrado niño en el público.

Tuvo que llegar un paseo por el forestal para que concientisara lo que me estaba pasando.

Pero las cosas se fueron dando, esta pequeña mujer se fue convirtiendo en mi confidente y terapeuta de cabecera y espero haber hecho algo parecido por ella. Aún recuerdo un día que conversábamos sobre la enfermedad de mi padre y su inminente partida, no pude contener las lágrimas y ella atinó a tomarme la mano… y me sentí completamente contenido con esa sensación tan familiar, gracias al toque de su mano que nunca antes había tocado.

Pero bueno, seguí sin cachar nada, pero poniéndome en el caso que sucediera… me daba miedo, es cierto, pero lo tenía en la mente. ¿Miedo a que? Miedo a perder esta hermosa amistad, nada más que eso.

Después de un carrete, compartimos la cama… no dormí en toda la noche de lo nervioso que estaba con sentirla tan cerca y temeroso de “accidentalmente” tocarla, pero ese día comencé a sentirme más y más cómodo en su presencia por lo cual nos fuimos juntando más seguido…

Hasta que un día ella me ofreció algo que rechacé… por miedo de estropearlo, por miedo a perderla. Pero gracias al cielo, ella no se alejó con mi negativa, siguió siendo mi amiga.

Así, de a poco las bromas se empezaron a enseriar y las ganas de seguir viéndonos aumentaron… aun confundido de qué dirección tomar, nos juntábamos y soñábamos con qué pasaría si llegásemos a coincidir sentimentalmente. A bromas del tipo: “La vida nos pone obstáculos para que logremos estar juntos” ella me respondía “La vida nos pone obstáculos para superarlos”… y ante respuestas así, yo quedaba desarmado.

Y así fue como llegamos un día a la estación Baquedano y no pudimos conectarnos a la wifi. Era el día que tocaba en alcsm e iba en camino a buscar mis cosas para el evento. Nos sentamos y me encontré observado por sus honestos y verdes ojos… y no pude resistirlo ni negármelo más: ni el miedo, ni los rollos, ni las aprensiones pudieron con ese rostro sincero y verdaderamente bello y con el amor y admiración que iba acumulando en mí cada vez que sabía de ella… tuve que robarle un beso.

Desde ese día que me he sentido una mejor persona, capaz de sortear desafíos que antes de tener su amor no me creía capaz de abordar, como dice Barry en Punch-drunk love: “No tienes idea de lo poderoso y fuerte que soy. Tengo amor en mi vida”. Porque me encanta verme en sus ojos, porque veo lo que nunca vi en mi y lo veo a todo color, en alta definición. Y debo decirlo, me gusta lo que veo… me gusta como ella lo ve. Y me gusta encontrarme con el gran misterio de ver que, esa mujer apasionada y temeraria, también es frágil y temerosa. Es hermoso que, la mano que contuvo mi pena, a veces la sienta buscando mi abrigo… es hermoso, tener a alguien donde uno se refugia… y más placentero es refugiar a aquella que a ti te busca de abrigo.

Desde ese día, hasta hoy, han pasado cuatro intensos meses, con bajadas y subidas… y más subidas… y muchas más que se vienen.

Ya no hay tanto miedo en mi corazón, porque hoy hay más amor que dudas… ¿Qué mejor que escribirlo para recordarlo siempre?

viernes, julio 10, 2009

Creátika... creátikos...

@Creatika

Y así fue como llegué a Creátika, a formar parte de un equipo nuevo y que recién se formaba, por lo que me sentí parte del inicio de esta empresa relajada, con una clara visión de cómo hacer las cosas en internet y con ganas de jugar, de experimentar.

Hay de todo en la oficina a mi llegada: el gánster, el rastafari, el académico rockero, el análogo y la señorita… un equipo bien diverso para una sola cosa: Comunicación digital.

No está demás decir que, exceptuando a la gente de tuiter, estos fueron (y siguen siendo) mis amigos, la familia que me hizo muy cómoda la estadía en esta ciudad caótica y que, a pesar de su cercanía con Valparaíso, es bastante diferente.

Mis compañeros de trabajo en creátika fueron (y siguen siendo) mucho más que mis compañeros de trabajo. Más que mal, compartimos todo un verano en una oficina donde estábamos todos codo a codo trabajando para que la oficina fuera creciendo como lo ha hecho. Hoy hay más gente, la oficina es más conocida y está ganando terreno en el medio.

Y esta fue mi primera pega donde me las tuve que ver solito: Era el encargado del departamento, guiado por Javier “La gotita es mejor” Ruz, pero en la trinchera, en el flanco que me tocaba defender estaba solamente yo. En este contexto hubo días buenos y días muy malos. Lo peor era marcharse al fin de la jornada sabiendo que no habías podido terminar o logar una solución a un desafío que se había planteado.

Fui el hombre orquesta, Programador/diseñador/parche de flash/encargado de redes sociales/viralizador del ñe y, a veces, limpiaba el baño, que hoy, lleva mi nombre.

magical Mystery Tour 1.0

Fue una de las mejores escuelas que pude haber tenido y lo mejor de Creátika, lejos y como sucede en todos lados el día de hoy, es su gente que es muy habilidosa.

Un saludo creátikos… Ñeeeeeeeeeeeee!

martes, julio 07, 2009

Con una pequeña ayuda de mis amigos

@2103

No podría decir que uno hace solo las cosas, siempre hay gente que te da la mano, te pone atención o simplemente aparece para saber que están ahí… si es que los necesitas.

Así fue cómo que, luego de quedar cesante (y debo decir que fui afortunado de solo estar cesante dos semanas) conversaba con mi compadre sobre la volá y la simple idea de comenzar a buscar trabajo en Santiago. Mi amigo, que ya llevaba un tiempo en la gran capital me dice sin titubear: “Compadre, si te vas a Santiago, te quedas en mi departamento.”

Grato fue saber que un par de días después estaba recibiendo la noticia de mi inminente viaje a Santiago para trabajar. Tuve que cobrarle la palabra.

Si que mi compadre Carlos ha sido uno de los aliados que he tenido en la capital, por qué solo no lo he logrado (y no creo que podría haberlo hecho) y mi compadre fue fundamental en esta transición, que junto con él, nos ha hecho crecer…

Gracias por eso amigo mio.

jueves, julio 02, 2009

Abriendo las (ramas) alas

Despedida

Y así fue como, después de dos meses me quedé sin pega y así fue también como twitter vino a mi rescate. Sin esperarlo, contactos que concreté en esta red social me sorprendieron. Así como siempre he pensado (pero que no siempre llevo a la práctica) cuando no esperas nada es cuando florecen las más lindas sorpresas. (por lo mismo es que me da tanta lata leer a los teóricos de twiter pregonar las mejores prácticas para tener más followers, para “gustarles” a un millar de personas diferentes de UNA sola forma, pero, ya llegaremos a eso).

Así fue como una Twittera me contactó con gente que buscaban a alguien con mi perfil profesional.

Antes de esto, debo aclarar, que ya me había acostumbrado a la idea de vivir bajo el techo de mis padres hasta cumplir la edad de jubilar: tenía muchas ganas de abrir mis alas (en mi caso, mis ramas) para aventurarme a la vida independiente, pero la comodidad y el confort del cariño de mama con el financiamiento de papá me aclaraban que muchas intenciones de emprender el vuelo no tenía.

Pero me encontré un día viernes de octubre viajando a Santiago a una entrevista de trabajo.

En una oficina emergente con un claro cuento de cómo hacer su parte en la comunicación digital se me presentó una nueva oportunidad. Salí de la entrevista con la promesa de que “en algún momento de la tarde me llamarían” para confirmarme si obtuve o no la pega. Para mi sorpresa, de esas mismas que vienen de la mano del no esperar nada, sólo pude dar 15 pasos fuera de la oficina para que mi futuro “patrón” me diera la buena nueva de que era parte del equipo de esta pequeña oficina que no se quedaba en capacidad y ganas.

iPhone

La frase: “Empiezas el lunes” me dijo que no podía evitarlo, debía dejar el nido para hacer mi camino solo, pero el llegar a Santiago tuvo muchas cosas, pero una de las pocas que no tenía era soledad. El primer día en la ciudad fue genial, de plano me encaleté en una mini junta twitter pizzera que me hizo sentir entre amigos y gente buena onda y redescubrir a otras en especial con la cual fuimos sembrando de a poco lo que… ya vendrá con su propio post en esta la vuelta a los estadios bloggeros. El siguiente dia, el primero de pega, no dejo de estar exento de sorpresa: caminando por la calle me encontré con más gente conocida lo que me hizo vaticinar lo bien que lo iba a pasar en la ciudad.

Y así fue como di el primer paso fuera de casa: con los ojos cerrados como quien quita un parche curita. SI bien aún no estoy volando con mis propias alas, estoy muy cerca de ir lográndolo de a poco.

miércoles, julio 01, 2009

El trabajo soñado

Siempre he creído que se puede pensar mucho alguno u otra cosa, pero mientras no se diga, no se vuelve realidad. Decirlas, sacarlas de la mente es lo que hace que las emociones existan y se hagan latentes y uno pueda mirarlas a la cara y decir: “Esto es lo que siento, esto es lo que he sido, este es quién soy.”

Por eso me di cuenta que en ningún lado tenía registrado el hecho de haber encontrado el trabajo de mis sueños, si bien puse fotos en flickr de la experiencia, no exterioricé el gozo y el nerviosismo de lograr algo tan grande como encontrar pega en el lugar que siempre soñé trabajar.

Estaba trabajando en una escuela como soporte técnico y el llamado por parte de (av) me tomó por sorpresa. Gracias también a la bulla que había metido en twitter y con un poco de ayuda interna me presenté a la entrevista… Quedé, pero me dio susto, de esos sustos extraños de no estar a la altura y el hecho simple de nunca haber renunciado y por estar haciendo la práctica profesional de programador lo cual me tomaba mucho tiempo de mi día. Entre esta y otras excusas decidí no tomar el trabajo.

Mal.

Arrepentido seguí en el colegio haciendo una pega muy tranquila, que bordeaba en el aburrimiento.

Hubo un segundo llamado de (av) y rara vez la vida da segundas oportunidades y esta vez no vacilé en tomar el trabajo, la práctica había terminado y la pega de soporte técnico ya no la soportaba (bella ironía).

Tuve el placer de rencontrarme con un compañero del duoc que sólo vi de vista y pude conocer mejor de él y de otros compañeros. Fueron dos meses intensos, tan intensos que me abrumaron un poco porque de todas las personas podía llevarme algo muy bueno para ser mejor y no quería dejar pasar nada. Tuve un excelente compañero en el frente de batalla al que hoy tengo como uno de mis amigos más cercano y mis superiores no fueron más que apoyo y enseñanza.

Buena gente, buenos tiempos.

Lamentablemente no pude seguir trabajando en ese lugar, pero cuantos podemos decir que pudimos trabajar en el lugar en que siempre soñamos aunque haya sido al menos un día. Nunca me vi en una imprenta, no porque sea menos que trabajar en medios digitales, si no que, simplemente, no es mi interés (aunque aún sigo amando el olor a libro recién impreso)

Aún recuerdo cuando en 2003 vi a Jorge Barahona dar una charla de experiencia del usuario en el Duoc de Viña y me dije: “Quiero trabajar en (av)” ahora pienso si volviera a ese día y me encontrara conmigo mismo y le contara que mi sueño se haría realidad simplemente no me creería.

Segundo round: Fuera los secons...

Dándome vueltas en el blog me di cuenta que en verdad tenía ganas de volver a escribir. Releyendo estas líneas veo al que fui y que me agradó ser, pero hoy soy otro, estoy en otro lugar, tanto físico como espiritual. A pesar del hecho que sigo siendo yo, quiero testamentar que he vivido y he cambiado para bien o para mal… Esto será entonces, mi segundo Round.

jueves, mayo 21, 2009

Dos años de Ley de Wolf, mi primer disco

Hace muy poco mi primer disco como Sauce estuvo de cumpleaños. Van dos años de este disco que me ha dado tanta satisfacciones

Sin ninguna ambición más que estar disponible para la gente que tuviera una cuota de curiosidad, este disco es un reflejo muy personal de lo que me gusta encontrar en la música y me ha demostrado que no tener una activo movimiento en los circuitos en vivo, uno aún puede establecer lazos desde la virtualidad con gente que, fuera de los medios digitales y redes sociales, jamás habría conocido.

Y es lo que más le puedo agradecer a mis canciones: haber encontrado buenos amigos (y hasta el amor que me era esquivo) en las personas que tuvieron la curiosidad suficiente de bajar el disco de un desconocido.

Gracias Ley de Wolf

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