viernes, enero 19, 2007

Lo que extraño de una mujer a mi lado

Foto: Gin_glo

Cosas que hecho de menos de tener aquella compañera que algunos llaman polola, amiga con ventaja, amor, ‘eñora, bruja, doña:

Ese aroma incomparable que sólo tiene el objeto de tu afecto.

Ni tu prima, compañera de colegio, universidad, de trabajo; ni tu jefa, la polola de tu amigo, etc, nadie tiene el aroma de nuestra mujer.

Inmediatamente se me viene a la cabeza algunos olores: Mezcla de frutas y obturación dental; limón o algunos cítricos; jabón, detergente Ace y helado de piña.

Sea en el fulgor del amor físico u oliendo su cabellera arropados un día domingo viendo alguna película. Nadie huele como la mujer que sostiene tu corazón en tu mano. ¿Será por las feromonas?

Extraño eso.

La empatía I

Nosotros los hombre somos de resolver problemas. Si algo está malo, lo arreglamos. Ellas a veces sufren por no mostrarnos empáticos y lanzarles de inmediato una solución a sus problemas cuando ellas sólo esperan comprensión.

El estar alejado de esto, de cuando tú le dices: “Me duele la guata”, “aún me duele el esguince del entrenamiento de ayer” o “no dormí nada trabajando para aquella entrega” ella te mira con un rostro de saber y compartir tu desgracia. Como que a ella también le empezó a doler el estómago, se esguinsó alguna articulación y no durmió nada justo en el momento en que le contaste tu dolor.

Seguido aquella palabra dicha con tanta dulzura, aquella que lo dice todo en cinco letras: Pucha.

Y de pronto todo se arregla con un abrazo y un beso casi maternal.

Extraño eso.

La empatía II

Los hombres aún cargamos los genes de la caza, de volver a nuestra cueva con comida, con la respuesta a alguna pregunta, con algún triunfo bajo nuestro brazo.

A veces ellas ni siquiera entienden que fue lo maravilloso que hiciste (según tú, talvez alguna tontera: que ganaste el partido, que te compiló un programa, que llegaste al nivel 32 de tu juego favorito) pero ellas (bueno, no todas. Solo las que recuerdo en este post) hacen suya esa victoria y con una sinceridad que viaja de ellas hacia ti, te hacen sentir su orgullo.

No me había dado cuenta hasta que lo escribí, lo mucho que estaban orgullosas de mí algunas mujeres que me olvidan mientras escribo esto.

Extraño eso.

Las manos

Como siempre parece ser que sus manitos tienen la suavidad perfecta, el tamaño preciso para caber en las tuyas, para aferrarse cuando se sienten amenazadas, para aferrarte un poco más para salvarte la vida. Para pasearse por un par de teclas mientras te muestran alguna melodía conocida y como saben el camino sin tener ojos ni oídos para llegar hasta tu nuca y así decirte que no quieren acabar con ese beso de despedida.

Extraño eso.

Discutir y aprender

Ir en el auto, hablando del día a día, de las cosas que importan y de las tonteras que nos hacen reír. Pelear de política, que me reclame de mi desición de dar la vida por la patria, que se enoje tratandome de hacerme entender lo que nunca entenderé.

Sin llegar a insultar, con paciencia y respeto, excitando no sólo la sangre sino también la mente.

Extraño esa mujer que me desafía la inteligencia. (lamentablemente las que no me la desafiaron no dejaron marca.)

El beso

No ese apasionado, ese ardiente, ese profundo. Esos besos se pueden dar a cualquiera, con amor o sin él. Me refiero ese beso que no tiene motivo, que cuando nace ya se muere, ese que es rutina, ese que la quiebra. Ese que se da antes de empezar a comer, ese con que te despides cuando ella se va a otra habitación para darte otro cuando vuelve. Con el cual te promete otro y otro más. Ese beso que es como truco de mago: tan rápido que no ves de donde vino, tan misterioso que te deja con ganas de más.

Extraño eso.

Mujeres. ¿Por qué sois tan hermosas?

3 comentarios:

ElKine dijo...

Estoy impactado por varias cosas.
Debes ser el primer sujeto al que escuhco decir algo sobre las manos de las mujeres. He oido a muchas mujeres decir que le llaman la atencion las manos de un hombre, sin embargo es la primera vez que lo esucho en la otra direccion, lo cual me hizo reparar en que las manos de una chica pueden ser una boca mas. Me gustaban y no me di cuenta hasta que lo lei aca.

Otra cosa: Vaya que te gustan las mujeres limpias !!! Con aroma a Ace y jabón??? Wow, si, la higiene siempre se aprecia, pero a ese detalle no lo habia visto.

Alguien me dijo una vez que las feromonas principalmente salen desde la parte superior de la cabeza. Será por eso que las mujeres son mas bajas??? Para que nuestra nariz quede sobre su cabeza.

Es que las mujeres son así. Me recordo el discurso en el avión que le da Al Pacino a Chris Op Donnell cuando van camino a NY en Perfume de mujer.

"Tu educación, acaba de empezar"

Saludos hermano. Post de culto
PD: sorry por la extensión

Arttemisa dijo...

maravilloso el post
me llegó al alma,
me encanta leer que un hombre exprese abiertamente lo que siente.
me dejas sin palabras
solo dejo muchos saludos
y felicitaciones por la inspiración

hetsah dijo...

no sé

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