lunes, diciembre 12, 2005

Lamento lejano.

Me temo que lo mejor de mí, lo mejor que había en mi, se fue con tus lágrimas en esa mañana nublada, en esa tarde fría.

Poco a poco, la muerte que me traje, me está consumiendo. Estoy en la transición de cuerpo a espíritu en pena, y lo mejor de mi se a quedado entre pañuelos usados y papel higiénico; En tus pálidas manos y la sangrante herida que me autoinfringido para concretar esa muerte que sin quererlo encontré.

No hay buenas palabras en mi epitafio. No hubo flores en mi tumba. No hubo cantos ni flameante pira para este traidor.

Tengo todo lo que nunca quise, pero que siempre creí merecer.

Eso es todo.

A lo lejos creo escuchar una madre llorar y mis pasos sordos me recuerdan que ya no camino por esta ciudad. Ahora deambulo, vago sin que nadie me toque o nadie me vea: no hay sonrisas para mi cara, no hay saludo efusivo y claro, sólo hay calles llenas y este es un espíritu vacío.

Eso es todo.

Lo mejor de mi te lo entregué sin darme cuenta. Lo mejor de mi se evaporó un día frío de invierno, un día de dolor, un día donde morí para ser un Wanderer más en el camino.

3 comentarios:

Graciela dijo...

Woow , que relato más potente, me gustó demasiado , ideal para una tarde (además toy escuchando The Cure ahora mismo)
Saludos querido amigo!

Anónimo dijo...

Me atreví a pasar por acá, veo que estás a full con tu banda (tambien jui a tu pag de judas), te deseo una feliz navidad, aunque pasó su rato ya. Mucho exito en todo y mis mejores deseos para ti...

Tabatha G. dijo...

Me gustó tú blog, supongo que entraré seguido. Saludos

Rumbo Perdido fue diseñado a mano por José Daniel Ayala.
Feed gracias a Feedburner, gestión de contenidos gracias a Blogger.
( cc ) Algunos derechos reservados, 2007