El ascensor
Al levantarse, él se toma el pecho para ver si sigue ahí. Dice que sin su talismán se siente desnudo, que sin él, no se atrevería a salir a la calle. Cada vez que está nervioso o cada vez que está en paz se toca su talismán que cae de su cuello para, si está nervioso, encontrar algo de paz; y si ya está en paz, darle gracias.
El se levanta a las 7.50hrs, almuerza a las 13.30 y todos los sábados lava su ropa.
Ella, cuando le dan ganas, saca su disco favorito. Lo trata con sumo cuidado: es casi una ceremonia insertar el compact disc en el equipo. Una vez que pone play se pierde entre jerga argentina y versos españoles. Ella sólo cierra los ojos y sonríe feliz. Cuando está satisfecha, toma su disco y lo deja en la discoteca de su casa (que está ordenada alfabéticamente) donde permaneserá ahí días, semanas y hasta meses hasta que ella lo vuelva a sacar cuando tenga ganas.
Ella duerme cuando tiene sueño, almuerza cuando tiene hambre y lava la ropa cuando está sucia.
Ellos viven en el mismo edificio: Cuando ella baja del ascensor, él recién se va subiendo.