Cuando, por primera vez colgué alguna de mis canciones en la red para que fuesen bajadas desde internet por cualquiera que tuviese el interés, siempre estuve rodeado por el discurso temeroso de mis amigos y conocidos sobre de cómo mi creación estaría susceptible a las inescrupulosas manos de quien se gana la vida plagiando temas.
Por ignorancia y desconocimiento me dio miedo y bajé los temas de aquél servidor. Era el año 1999.
Pero no me gusta vivir con miedo, si que me avoqué a, al menos, tratar de entender la legislación vigente en Chile y ver si podía utilizarla al favor de la distribución de mi música. Pero no fue hasta el 2005,
cuando descubrí las licencias Creative Commons que pude, con tranquilidad lanzar mis dos discos bajo estas licencias:
Complejo de Hamlet (bajo el nombre de Judas) y
Ley de Wolf (bajo el nombre de Sauce).
Compartir mi música ha sido increíble: la gente ha escuchado el disco y hasta he logrado hacer amigos con la gente que alguna vez le interesó mi música.
Hoy, la SCD, junto con el gobierno de Chile, está preparando una gran reforma a ley de Propiedad intelectual para Actualizarla ¿? a
través de un acuerdo secreto(cosa que no se hacía desde el año 1970), pero con unas prácticas que dejan bastantes que desear.
Uno de los puntos que nos afectarán a todos es que la
SCD y el gobierno, a través de esta reforma, pretende que las ISP (las empresas que proveen acceso a Internet como VTR, Telefónica, etc.) paguen por cada conexión que entreguen por la mera posibilidad de que esa conexión se use para bajar (sin pagar el derecho de autor correspondiente) discos de los asociados a la SCD, es decir, por cada cliente que contrate el servicio, las ISP deberán pagar una especie de impuesto que lo terminarán pagando los clientes de estas empresas (no hay que olvidar que las ISP son empresas y no van a perder dinero por nosotros). Resultado:
Un acceso más caro a Internet.
En la U, ¿recuerdas como el profe dejaba la fotocopia de un texto en la fotocopiadora y tú ibas, estudiabas y dabas la prueba, por tan solo unas monedas? Bueno, la nueva reforma pretende que las universidades compren un ejemplar de un texto por cada alumno que tenga que estudiarlo o hacer que cada alumno lo compre, ya que no hay una excepción al nuevo derecho de autor que permita el uso de una obra si es para enseñarle a otra persona. Es decir,
la educación se encarecerá aún más.
Si un autor quiere renunciar a los derechos sobre sus obras, la nueva reforma permite que la SCD siga gestionando los derechos de aquel autor. Es decir, podrá ganar con el trabajo de otro incluso cuando este quiera regalarle su trabajo al mundo.
Ya no se podrá poner música en la oficina, en una sala de espera o en cualquier otro pequeño establecimiento sin que se tenga que pagar por aquello.
Y lo peor es que el Gobierno le asegura a al SCD que no se podrán cambiar estos puntos (y otros más… si hay más) con el siguiente texto:
SE RECHAZARÁN LAS DISPOSICIONES E INDICACIONES QUE MODIFIQUEN LOS ACUERDOS PREVISTOS EN ESTE DOCUMENTO. AL MISMO TIEMPO, SE RECHAZARÁ INTRODUCIR NUEVOS TEMAS QUE VAYAN MAS ALLA DEL MENSAJE PRESIDENCIAL.
Es decir, una vez hecho nunca podrá ser desecho, a pesar que esto sea totalmente inconstitucional. CUENG!
Si que, por favor, no seas tan ignorante como la gente que son artífices de estos acuerdos, infórmate del tema para que te construyas una opinión y comenta. Si tienes un blog, escribe tu opinión sobre esto en tu blog con el título “
SCD = Sociedad de Cobradores y Desinformadores” o cuéntales a tus amigo.
Para informarte visita a
Liberación digital,
Quemar las naves,
Un trato justo (Pero para todos) o
Derechos digitales o revisa los interesantes datos que nos entrega
Jorge Barahona en su blog.
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